La digitalización de la cadena de suministro y de las interacciones con los clientes se ha acelerado a medida que las empresas se preparan para un mundo post-COVID, lo que obliga a los ejecutivos a aumentar el gasto en IoT, la nube, entre otros.
Las redes seguirán desempeñando un papel fundamental a la hora de ofrecer nuevas experiencias digitales a clientes, empleados e invitados. Sin embargo, el aumento de la complejidad de las redes, el uso de hardware obsoleto, la falta de experiencia de los administradores de TI y el aumento del coste total de propiedad pueden suponer un obstáculo para los objetivos empresariales.
- Las operaciones manuales aumentan el riesgo de interrupciones El 26 % de los problemas de red se deben a errores humanos.
- La visibilidad y la agilidad de la red están limitadas Un 64 % de las empresas siguen usando entre 4 y 10 herramientas para monitorizar las redes y solucionar sus problemas.
- El equipo de TI no se centra en actividades estratégicas El 57 % del tiempo de un administrador de red se destina a reaccionar o prevenir problemas de rendimiento.